Por Daniel “Profe” Córdoba

“Por haber estado en Olimpia, sé que a la Argentina le jugó en contra el calor y la humedad de Asunción”

El "Profe" analiza lo que dejó el encuentro entre la Selección Argentina y Paraguay.

La Argentina y Paraguay jugaron un partido durísimo en el medio del camino hacia un nuevo mundial de fútbol, donde la definición y las clasificaciones no están definidas y el panorama para muchos, no termina de estar claro.

Había muchas cosas en juego para los locales, que salieron a jugar con cinco defensores, tres mediocampistas y dos delanteros.

La Argentina, en cambio, presentó su tradicional sistema de juego, con cuatro defensores, cuatro volantes, Lionel Messi y un solo delantero. Ese mismo, en este caso fue Joaquín Correa, el exjugador de Estudiantes.

Ya a los veinte minutos, la Argentina merecía estar arriba el marcador. Paraguay metía y la Albiceleste proponía siempre jugar.

A los treinta minutos, Di María estaba muy impreciso con la pelota, en un estadio con mucha humedad y con mucha presión atmosférica.

En todo ese contexto, los guaraníes emparejaron el partido en la parte final del primer tiempo. Messi se mostraba con mucha ganas pero como pocas veces se lo vio, perdió muchas pelotas que en otros partidos no pierde.

El calor y la humedad jugaban un rol preponderante mientras corrían y pasaban los minutos. Por haber estado un año en Olimpia, sé de qué trata ese calor y esa humedad en esa ciudad. Y creo que el equipo capitaneado por Messi lo sintió.

Paraguay estuvo cerca de concretar en el segundo tiempo, cuando el contrincante se cayó. Con poco, el equipo de Berizzo exigió al arquero argentino, que se fue convirtiendo en una de las figuras del equipo en la parte final del partido.

La Argentina fue de regular a mal en el segundo tiempo. En los últimos minutos volvió a errar un gol Paraguay y el partido terminó 0 a 0 porque los dos arqueros fueron figura.

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