entrevista
Amparo Noguera estrenó La mujer de la fila
La talentosa actriz llegó al país para presentar su participación en la película de Benjamín Ávila protagonizada por Natalia Oreiro.
La mujer de la fila, de Benjamín Ávila, inspirada en la historia de Andrea Casamento, protagonizada por Natalia Oreiro, tiene en un rol clave a Amparo Noguera, quien llegó al país para ser parte de la premiere de filme. Con ella hablamos en exclusiva para saber detalles de su primera experiencia cinematográfica en Argentina y su presente.
—¿Cómo llegaste al proyecto?
—De una manera muy emocionante para mí, que no podía creer. Me ubican en Chile por encargo de María Laura Bercht. Hablo y me dicen que no es un casting, pregunté, me estás llamando, pero ¿cuándo es el casting? No hay casting solamente tenemos que saber si podes imitar un poco el acento argentino. Y bueno, me aprobaron en eso, pasé la prueba, no te digo que con un 10, pero con un 6 o un 5, que funcionaba para la película, y así fue. Me reuní con Benjamín por Zoom, él desde acá, yo desde Chile, y empezamos a trabajar. Para mí fue impresionante por el contenido de la película, y bueno, por haber sido convocada de esa manera tan clara.
—¿Conocías la historia de Andrea antes de que te llegue la propuesta?
—La conocí a través de Benjamín, sí. Y es impresionante la historia de Andrea. Sí conocí a Andrea, aquí en la película, y un par de veces que nos juntamos a tomar un café, y es una mujer absolutamente maravillosa. Lo que ella ha logrado, el movimiento que a ella le tocó hacer en la vida, porque lo que le ocurrió fue como arbitrario, injusto con respecto a su hijo, pero se encontró con este mundo, y finalmente ella ha ayudado a tanta gente en tantos países. Andrea ha tenido una vida cómoda, digamos, donde creo yo que el concepto de la dignidad se manejaba muy bien. Generalmente en estos recintos penitenciarios hay algo que desaparece, que es el concepto de la dignidad, y la gente que habita esos lugares, desde el lado que sea, ya han estado acostumbrados a que se les haga perder ese lugar, y a convencerlos de que se lo merecen, y de que es normal y que es justo para ellos que así sea. Hasta que llega una persona quizás con una mirada un poco más fresca, quizás menos acostumbrada, y cambia esa situación y le recuerda a todos aquellos quienes son, y que la dignidad existe, y que se la merece cada persona, y las mujeres de la fila son mujeres fuertes, valientes, inteligentes, cooperadoras con una fortaleza, y trabajadoras para aquellos que están dentro de la cárcel.
—¿Cómo fue el encuentro con Natalia? ¿La conocías? ¿Habían trabajado antes?
—No, no la conocía. Maravillosa, muy linda. Fuimos a su casa la primera vez a hacer una lectura. Nos tenía cosas muy ricas, muy acogedoras. Nos recibió con delicatessens, diferentes. Y muy trabajadora, muy concentrada, muy, muy amable, y muy entregada en este personaje.
—¿Qué fue lo más difícil de tu personaje en la película?
—Tratar de soltar el acento. Era para mí lo más difícil. Yo sentía que no podía estar tan tranquilamente o tan gozosamente en la escena porque estaba muy pendiente del idioma. Pero bueno, también me decía que estaba bien y eso fue lo más difícil y también llegar a un país que para mí siempre ha sido muy importante trabajar aquí en Argentina. Me gusta mucho el cine argentino. Con momentos, digamos, que hay que olvidar como éste políticamente, pero no importa.
