Beatriz Salomón, una vida abocada al show y un final tristísimo

En un repaso histórico por los ciclos, personajes y figuras que marcaron un momento de la TV argentina, diario Hoy recuerda a la diva.

Nació en San Juan, en el marco de una familia muy tradicional y conservadora con linaje sirio libanés. Allí creció y llegó a la juventud donde trabajó en un banco privado como cajera.

Tiempo después decidió que era “su techo”, entonces debía realizar un cambio drástico en su vida.

Es por ello que viajó a la ciudad de la furia para instalarse y comenzar una vida como modelo de cabellos y luego incursionar en las pasarelas.

Gracias a su amistad con la colega y vedette Susana Romero pudo ser contratada para estar en una agencia internacional.

Tuvo mucho éxito y fue contratada para instalarse en Europa. Comenzó a trabajar como mannequin y los diseñadores la preferían por su belleza exótica y sobre todo por su naturaleza corpórea.

Luego fue elegida por Javier Portales para hacer unas pequeñas participaciones de comedia y allí fue la puerta grande para Las chicas Olmedo junto a Adriana Brodsky, Divina Gloria, Silvia Pérez y Susana Romero.

Este show comenzó a tener casi 70 puntos de rating y esto fue el puntapié para películas, publicidades, obras de teatro y todo lo que se proponían como equipo.

Sin embargo, la muerte del capocómico en 1988 cuando cayó de un departamento en Mar del Plata terminó con esta usina de ­éxitos.

Así sus compañeros de trabajo quedaron sin fuentes laborales.

Reconocida como “La turca”, trabajó hasta el cansancio sin olvidar sus raíces. También pudo cosechar una fortuna pequeña y ayudó a su familia. Es más, su hermana Isabel siguió sus pasos como vedette. De forma lamentable, murió de una enfermedad terminal en su juventud.

Con el correr de los años se forjó como una persona fuerte, fue una diva y siempre soñaba con formar su familia. Es más, tuvo romances eternos y quería llegar al casamiento, tener hijos, pero a pesar de los noviazgos largos nunca podía concretar las posibilidades.

En un momento dado, conoció a un cirujano mediático llamado Alberto Ferriols que servía como médico en campañas realizadas en el interior del país donde operaba a niños con labios leporinos. Así se consagró como un ejemplo de la filantropía.

Los tortolitos iniciaron un noviazgo que rápidamente culminó en un casamiento fugaz para luego realizar las gestiones pertinentes para convertirse en padres. La mujer ya tenía 46 años.

Dada las incompatibilidades de los adultos, no pudieron serlo al natural e iniciaron sus trámites para adoptar a dos niñas que nacieron en el interior del país.

Con el correr de los años, Noelia y Betina se consagraron como las herederas del matrimonio. Mientras ella se quedaba en la casa y colaboraba con la crianza, Alberto ejercía como cirujano plástico de las estrellas.

La sorpresa más desagradable llegaba en los momentos menos esperados. Sucede que la diva y el médico fueron invitados a una emisión de Intrusos en el espectáculo donde vieron un documental que terminaría con la felicidad.

Sucede que por aquel entonces Miriam Lewin y Daniel Tognetti realizaban un programa de investigación llamado Punto doc y sacaron a la luz una situación desagradable, puesto que el médico atendía a mujeres transexuales a cambio de sexo.

Luego de la emisión, fueron invitados a Intrusos para que la pareja lo viera en vivo y allí sus vidas cambiaron para siempre.

No lo podían entender, él se hizo cargo de su parte mientras que ella tomó distancia, mientras tanto vivían en el mismo edificio. El escándalo estalló para cambiar sus vidas.

Primero el hombre se fue del hogar, abandonó la crianza de las niñas y Beatriz debió afrontar los trámites de adopción de la más pequeña que aún no estaban terminados. Además sostenía la casa y debió vender los muebles para poder comprar alimentos. También se le cayeron los contratos de trabajo y entonces fue humorista en diversos boliches de la noche porteña.

Gracias a la ayuda legal pudo subsanar los gajes de la economía y también ganó el juicio contra la productora que hizo la lamentable cámara oculta. La ironía ocurrió porque tenía que obtener un millón de dólares pero por una estrategia legal que se plasmó en una apelación, la suma bajó a 600.000 dólares.

Una vez que alcanzó la paz no todo estaba dicho porque Beatriz enfermó con una patología terminal que la llevó a la muerte. Fue diagnosticada con cáncer de colon a sus 65 años y esto le valió una agonía más que la llevó de gira eterna.

Antes de partir, la diva decidió grabar dos videos para dejar claras sus expectativas en relación a las niñas y a sus hermanos mayores. Además dejó en claro qué objetivos tenía para el futuro sobre sus bienes materiales. Asimismo estaba acompañada por sus amigos íntimos como Marcela Ortiz y Roberto Piazza, que la vistió hasta los últimos días.

Antes del final, ella decidió poner un manto de paz, se acercó a Alberto Ferriols para que pudieran enmendar el pasado y así se hiciera cargo de sus herederas.

En el presente Noelia estudia medicina y trabaja junto a su padre mientras que Betina decidió convivir con sus tíos por las diferencias que mantiene con los dos primeros. Es más, la menor de las niñas recurrió a los medios de comunicación, buscó ayuda en sus familiares y también en un abogado reconocido que la representó para consagrar la denuncia contra su papá.

Hoy Alberto Ferriols está detenido en su hogar por el crimen de posesión de armas de fuego y por amenazar a la menor. Por esta denuncia, debió comparecer ante la Justicia y ahora tendrá que dar las explicaciones al respecto.

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