Jodie Foster, toda una vida dedicada al cine

La actriz empezó su camino en la primera infancia hasta convertirse en una estrella internacional de primera línea.

A sus 13 años, Jodie Foster daba sus primeros pasos por la puerta grande puesto a que fue contratada para protagonizar una película que se convertiría en un clásico y no es otra que Taxi driver. Gracias a este rol, la joven se aseguró un galardón en los premios de la industria cinematográfica como lo son los Óscar gracias a su participación en la mentada película. En ese mismo instante, su mamá que también era su agente se ocupaba de negociar los contratos y no dejarla ni a sol ni a sombra para poder cuidarla.

De esta manera, la mujer que desde que está en su primera juventud está tras bambalinas ya daba sus pasos en la pantalla chica gracias a sus roles como la cara bonita de productos comerciales como cremas, bronceadores o perfumes, pero también papeles muy chicos pero certeros, como lo fueron sus incursiones en Bonanza, My sister Hank, en el cine en Tom Sawyer, entre otros.

Sin embargo, la alegría plena llegaba en sus 12 años porque Martín Scorsese, si el cineasta, la llamó para que se pusiera en la piel de una prostituta para la cinta Taxi driver donde compartió elenco junto a Robert De Niro y Cybil Shepperd. En este sentido, entró a Hollywood para crecer como actriz, luego devenirse en productora y directora.

Si bien sus momentos eran guiados y supervisados por su mamá, también era consciente que la carrera profesional podía ser muy ­elocuente pero también muy cruel como las estrellas infantiles que terminaron en un ocaso de drogas y muerte cuando vieron sus trayectorias terminadas.

Con mucha crueldad, la mamá le daba dosis de realidad a la pequeña, pero lo que no sabía es que esta heredera se convirtió en una estrella sin igual que hoy triunfa en Hollywood. Además, mantiene un estricto bajo perfil y casi nunca revela detalles de esta época.

El matrimonio de Brandy y su esposo estaba deshecho debido a que él era una persona ausente. Además, él tenía una familia millonaria y un hogar con cuatro hijas para salir adelante. Sin embargo, se fue y dejó a la mujer a cargo de todo. También tenía una carrera profesional como militar, pero lo dejó todo para irse y no hacerse cargo de su casa.

El hecho de ser una mujer sola con cuatro hijas para sacar adelante, la madre de la familia y jefa de hogar tuvo que tomar decisiones para poder sostener este proyecto en el que había quedado sin su compañero de vida y socio conyugal. Ahí mismo fue que la señora buscó un empleo rentable y es por eso que se animó a ser una productora de cine. Así tuvo muchos contactos lo que le permitió poder lanzar a su pequeña como actriz desde sus dos años.

El proyecto más deseado

Jodie Foster fue a la prueba para interpretar a una joven prostituta y el casting estaba a cargo de Scorsese. Sucede que ambos ya habían trabajado juntos en otros proyectos y tenían muy buena energía.

Cuando el proyecto marchaba sobre ruedas por la interpretación de la chica, solo quedaba negociar con la mamá que tuvo que pensar dos veces a donde estaba mas que su hija iba a tener que ponerse en la piel de una trabajadora sexual cuando ni siquiera había entrado a la adolescencia. Con muchas dudas y una mala predisposición, la mujer casi la hace renunciar a un filme que seria un éxito mundial para las dos.

En este sentido, la señora afirmó que aceptó y así empezó la grabación. Luego tuvieron que aceptar las condiciones que impuso y fueron que estuviera acompañada por ella misma, que además fueran una trabajadora social y una terapeuta para que pudiera ayudar a la criatura en todo lo que precisara debido a que filmaba escenas subidas de tono, con erotismo, violencia y desnudos explícitos.

Por otro lado, la también cineasta exigió que en otras escenas la hermana mayor de Jodie que por ahí tenía veinte años fuera la doble de cuerpo en escenas de desnudo. Todo fue aceptado y siguió su curso como tenía que ser.

En las grabaciones, Jodie hizo su trabajo, la filmación fue impecable y se convirtió en una estrella que revelaría todos sus costados gracias a sus actuaciones en roles icónicos.

Luego ganó premios y otros proyectos gracias a este filme.

El futuro incierto

A casi fines de los 70, Jodie tenía mucho trabajo, además de Taxi driver trabajó en otro filme llamado Bugsy Malone, más la entrega Un viernes alocado.

Con esfuerzo y perseverancia, nunca dejó de trabajar y llegaron los proyectos La sangre de los otros, Acusados, Sombras y nieblas, ­Sommersby, Contacto, Anna y el rey, La habitación del pánico, entre otros.

Por su parte, dos décadas después pasaría a estar en todas las primeras planas por su rol como Clarice Starling, una detective que busca para encontrar a un asesino en serie en El silencio de los inocentes y compartía elenco junto a Anthony Hopkins, que tenía el papel de Hannibal Lecter, un psiquiatra que mataba a sus pacientes que tenían feos modales.

Muchos años después, con el cambio de milenio, le trajeron a sus manos la secuela de la historia, pero ella dijo que no, aun a pesar de la frondosa fortuna que le ofrecían a cambio. Por su parte, el partenaire aceptó y protagonizó dos historias más.

Una vida discreta

La mujer sufrió un acoso por parte de un admirador, pero la situación pudo ser controlada a tiempo. Por su parte, casi a los 40 años, también quiso ser madre y agrandó su familia con la llegada de sus hijos llamados Charles y Kit. Respecto a los tratamientos que hizo para tales fines, nunca quiso revelar ningún tipo de información al respecto. Hoy está casada con una joven fotógrafa, cumplió más 70 años y sigue triunfando en la industria audiovisual. Elige qué roles lleva a cabo, sigue delante de la cámara, pero también por detrás, a cargo de entregas independientes.

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