entrevista
Ramy Youssef: “La química que tenemos en la pantalla se construyó fuera de ella”
En su debut como actor, el comediante egipcio brilla en una propuesta que habla de diferencias y transformaciones con un vuelo propio.
Ramy Youssef es uno de los protagonistas de Pobres criaturas, de Yorgos Lanthimos, que viene arrasando con los premios en las entregas que hasta el momento se celebraron. Con Emma Stone, Mark Ruffalo y Willem Dafoe, Youssef encarna a Max, el objeto de deseo de Bella Baxter (Stone). En exclusiva para Argentina, hablamos con el talentoso intérprete.
Pobres criaturas presenta la historia de Bella, una mujer devuelta a la vida tras un experimento llevado adelante por un científico brillante y poco ortodoxo llamado Godwin Baxter (Dafoe). Deseosa de aprender y de ganar la experiencia que le falta, Bella huye con Duncan Wedderburn (Ruffalo), un abogado astuto y libertino, en una aventura vertiginosa a través de los continentes.
La película viene cosechando premios y nominaciones a ambos lados del Atlántico. Entre sus numerosos reconocimientos se destaca el León de Oro en el Festival de Cine de Venecia, otorgado a comienzos de septiembre en la 80ª edición del festival. De cara a la temporada de premios 2024, ganó dos Globos de Oro, incluyendo Mejor Película de Comedia o Musical y Mejor Actriz de Comedia o Musical, por la interpretación de Bella Baxter de Emma Stone, además del Critics Choice Awards en el mismo rubro.
—Ramy, este es un gran año para vos, que culmina con tu participación en Pobres criaturas. ¿Cómo fue participar en ella y ser dirigido por Yorgos?
—Fue un sueño, ya sabes, llegar a trabajar con él. Yo no sabía que estaba en la película, aparte de Emma. Cuando me pidieron por primera vez que lo hiciera, y luego en la parte superior de la misma, también estar rodeado de ella y Mark. Y vamos, es que es una gran manera de hacer mi primer papel en una película real, así que es emocionante.
—Por supuesto, ¿cuál fue el mayor reto de interpretar a Max en esta película?
—Creo que para mí el principal desafío fue encontrar algo que estuviera totalmente fuera de mí. Él es médico y una especie de científico en ciernes. Estamos a finales del siglo XIX. Es británico. El personaje tenía un ritmo diferente a todo lo que había interpretado antes, y creo que el entorno que se creó. Con lo bonitos que eran los decorados y lo precisos que eran todos los trajes.
Tuvimos que vivir honestamente en todo eso. Así que creo que fue particularmente difícil. Y principalmente me enfoqué en asegurarme de no estropear el acento.
—¿Realizaste alguna investigación para encarnar a Max?
—Trabajamos con un funerario en Budapest, lo que nos sirvió de base para utilizar algunas de las herramientas que se usaban en el siglo XIX. Suturamos órganos de animales, que son muy parecidos a los nuestros. Obviamente, hay ciertas diferencias significativas, pero para practicar cómo encontrar una vena y cómo coser. Fue muy informativo y creo que solo lo logramos trabajando con nuestras manos, así, de una manera que era tan diferente a todo lo que he hecho, ayudó a crear un nuevo personaje.
—Generalmente, impulsás tus propios proyectos y trabajás solo. Me gustaría saber, ¿cómo es encarnar un personaje en un proyecto con tanta gente involucrada?
—Estoy acostumbrado a estar en un ambiente donde soy el showrunner, escribo, actúo y dirijo. Es una especie de hacer todo solo y venir a trabajar en un equipo, en conjunto, donde estoy actuando únicamente bajo la dirección de alguien, es novedoso y transformador para mí. Creo que disfruté mucho actuando únicamente y que en parte lo disfruté tanto porque confiaba plenamente en Yorgos. Incluso en cómo se movía y en las decisiones que tomaba, y aprendí mucho observándole. En su claridad y su precisión. Fue realmente inspirador y también me inspiró el cine sobre la televisión con lo deliberado que puedes ser cuando te concentras en un guion en lugar de diez cosas. Así que fue una experiencia muy especial para mí.
— La película es una experiencia intensa para todos, para los espectadores. Pero tú, como actor, ¿qué hacías para relajarte antes y después de rodar?
—Creo que la química que tenemos en la pantalla se construyó fuera de ella, con nuestro proceso de ensayo. Y así creo que las tres semanas que tuvimos juntos haciendo juegos de teatro y rompimos el guion. Y realmente casi interpretando todas nuestras líneas en una variedad de diferentes energías y acentos, y rápido y lento y al revés y, ya sabes, básicamente leímos todo el guion de muchas maneras. Pero en la forma en que realmente íbamos a actuar y pienso que eso realmente eliminó cualquier tensión. Así que creo que ese período de ensayo de tres semanas hizo que no hubiera tensión en el momento en que las cámaras estaban rodando.
—Pobres criaturas está llegando a todo el mundo, ¿con qué te gustaría que la gente se conecte de la propuesta?
—Espero que la gente se sienta inspirada por la curiosidad del personaje de Bella. Y la forma en que mira cada sistema que la rodea y lo desmonta y luego lo vuelve a montar. Creo que es tan hermosa. Y cómo cuestiona y con qué seriedad lo hace que nada de eso es para atacar a nadie o hacer daño a nadie, es porque quiere conocer el mundo y creo que la película te inspirará cuando la veas. No se siente como lo que vemos frecuentemente en el cine desde hace un par de años. En ese sentido, es realmente innovadora porque es ella misma y no intenta ser nada. Aparte de eso, creo que todos esos sentimientos y preguntas que evoca van a ser diferentes para cada uno. Pero eso es lo divertido.