Advierten sobre la malnutrición de la fauna marina asistida

De acuerdo a un informe realizado por la Fundación Mundo Marino, más del 50% de los animales hallados en las costas sufrieron la falta de alimento durante el 2020. De un total de 259 especímenes localizados por la asociación, 85 fueron encontrados sin vida.

Si bien el 2020 fue un año atípico para las tareas de rescate y asistencia de fauna marina, desde el Centro de Rescate y Rehabilitación de la Fundación Mundo Marino elaboraron un informe en el cual advirtieron sobre las principales amenazas que afectan la vida de los animales que visitan las costas de la región
De acuerdo al relevamiento de la asociación, de los 259 mamíferos, aves y reptiles marinos hallados durante las tareas de monitoreo, 85 fueron encontrados sin vida y 174 pudieron ser asistidos por los técnicos de la fundación: 58 lograron recuperarse de sus afecciones y pudieron ser reintroducidos en sus ecosistemas; 19 requirieron asistencia profesional en playa, sin necesidad de ser trasladados al Centro; mientras que aún hay 6 en rehabilitación.

Más allá de que la gran mayoría se encuentra en óptimas condiciones, los especialistas de Mundo Marino advirtieron sobre la desnutrición que afectó al 51,6% de los animales rescatados. Si bien esta es una problemática que involucra a las distintas especies, los lobos marinos de uno y dos pelos fueron los que más sufrieron la falta de alimentos.

De un total de 61 especímenes, 36 sufren de desnutrición y deshidratación. Lo mismo sucedió con los pingüinos magallánicos: de 64 asistidos, 35 presentaron cuadros idénticos.

“En ambos casos, son especies marinas que metabolizan el agua a través del alimento sólido que ingieren, por lo que frente a la falta de alimento sobreviene un cuadro de desnutrición y de deshidratación seguido de hipotermia que, en algunos casos, lamentablemente lleva a la muerte del animal”, explicó Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y responsable del Centro de Rescate y Rehabilitación de Mundo Marino.

Al ser consultado por las causas que impiden que estos animales encuentren alimento, el especialista destacó: “Desde la sobrepesca hasta la emergencia climática que altera la temperatura de las aguas y la consiguiente distribución de las presas pueden afectar la normal oferta de alimento para estas especies”.

Otro de los cuadros que más sufrieron los animales a lo largo del 2020 fue la parálisis, afectando principalmente a las aves, sobretodo a la gaviota cocinera y el gaviotín golondrina. “Nuestra principal hipótesis y que fuimos corroborando a lo largo de los años, es que estas aves sufren cuadros de botulismo aviar, una enfermedad generada por una neurotoxina que les afecta los músculos voluntarios y nervios periféricos. Esa neurotoxina es generada por la bacteria Clostridium botulinum que, aunque se encuentra naturalmente en humedales y lagunas de agua dulce, también se encuentra en basurales a cielo abierto. En ese sentido, el aumento sostenido de la temperatura generada por el cambio climático favorece la proliferación de este tipo de bacterias y, por lo tanto, de este tipo cuadros”, aseguró Juan Pablo Loureiro, médico veterinario de la Fundación.

Un año atípico

Al igual que sucedió con el trabajo de millones de personas a nivel mundial, la pandemia de coronavirus también afectó las tareas de rescate y asistencia realizadas por distintas organizaciones que velan por el bienestar del ecosistema.

En este sentido, las condiciones sanitarias llevaron a que Mundo Marino redujera su labor en un 35%, respecto al 2019.

Si bien durante los primeros meses recibieron animales por parte de distintos organismos estatales, la vicepresidenta de la Fundación, Andrea Cabrera, destacó que “en los momentos más estrictos del aislamiento, al no haber gente en playa, tampoco hubo posibilidad de que nos avisen en caso de hallar algún animal que necesitara asistencia”.

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