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Cuatro de las lunas de Urano podrían contener agua

La sonda espacial Voyager 2 de la NASA obtuvo datos sobre posibles océanos en algunas lunas del tercer planeta más grande del Sistema Solar. El descubrimiento abre la posibilidad de recabar nueva información sobre cuerpos celestes cercanos.

Un reciente estudio de la NASA concluyó que cuatro de las lunas más grandes del planeta Urano, el tercero más grande del Sistema Solar, “probablemente contengan una capa oceánica entre sus núcleos y sus cortezas de hielo”.

El estudio, publicado en Journal of Geophysical Research, detalló que hallaron capas oceánicas entre los núcleos y cortezas heladas de los satélites Ariel, Umbriel, Titania, Oberón y Miranda.

“Cuando se trata de pequeños cuerpos celestes —planetas enanos y lunas—, los científicos planetarios han encontrado previamente evidencia de océanos en varios lugares inesperados, incluidos los planetas enanos Ceres y Plutón, y la luna Mimas de Saturno”, precisó la autora principal del trabajo, Julie Castillo-Rogez.

Y continuó: “De modo que hay mecanismos en juego que no entendemos por completo. Este artículo investiga cuáles serían esos mecanismos y cómo son relevantes para los muchos cuerpos del sistema solar que podrían ser ricos en agua pero que tienen un calor interno limitado”.

El estudio reveló evidencias de océanos a través de tecnologías de observación y análisis de datos recopilados por la misión Voyager 2. A su vez, los autores construyeron modelos informáticos con hallazgos adicionales de las misiones Galileo, Cassini, Dawn y New Horizons de la NASA que descubrió “mundos oceánicos”.

Además, incluyen conocimientos sobre la química y la geología de la luna Encélado de Saturno, Plutón y su luna Caronte, y Ceres, todos cuerpos helados del mismo tamaño que las lunas de Urano.

Según la agencia espacial norteamericana, “investigar la composición de los océanos también permite a los científicos aprender sobre los materiales que podrían encontrarse en las superficies heladas de las lunas, dependiendo de si las sustancias que están bajo la superficie fueron empujadas hacia arriba por la actividad geológica”.

“Existe evidencia proveniente de telescopios de que al menos una de las lunas, Ariel, tiene material que fluyó hacia su superficie, tal vez proveniente de volcanes de hielo, hace relativamente poco tiempo”, enfatizaron.

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