un fenómeno único

Estrella de Belén: Un destello que no se veía desde hace 800 años

La conjunción entre Saturno y Júpiter tuvo lugar este lunes a las 20.45. El evento no se repetirá hasta el 2080.

Júpiter y Saturno, los dos planetas más grandes del sistema solar, se unieron ayer a las 20.45, dando lugar al fenómeno astronómico conocido como la Estrella de Belén, el cual no volverá a repetirse hasta el 2080.

La última vez que los cuerpos celestes habían estado tan cerca de la Tierra fue en la Edad Media, unos 800 años atrás. En 1610, Galileo Galilei logró descubrir las cuatro lunas de Júpiter: Europa, Io, Ganímedes y Calisto. Durante ese mismo año, el astrónomo italiano detectó un óvalo alrededor de Saturno, los cuales resultaron ser sus anillos. Trece años más tarde, las dos esferas viajaron juntas por el cielo hasta pasar una por detrás de la otra, en un evento conocido como la “Gran Conjunción”.

En relación a este fenómeno, Henry Throop, astrónomo de la División de Ciencias Planetarias de la NASA, explicó: “Podemos imaginar el sistema solar como una pista de carreras, con cada uno de los planetas como un corredor en su propio carril y la Tierra hacia el centro del estadio”.



Si bien ambos planetas se encuentran en esta posición cada dos décadas, la alineación de este año fue muy particular, ya que transcurrieron casi 400 años desde que ambos cuerpos estuvieron tan cerca el uno del otro.

Mientras que Saturno demora 29 años en dar la vuelta al Sol, Júpiter, el más grande de los dos, tarda 12. En este sentido, Florent Deleflie, miembro del Observatorio de París, explicó que la Gran Conjunción corresponde “al tiempo que necesitan los dos planetas para encontrar posiciones relativas similares respecto a la Tierra”.

“Esto es una alineación aparente en el cielo de los dos planetas gigantes. Realmente van a estar muy cerca, a una distancia de seis minutos de arco, es una aproximación muy favorable. Las conjunciones de Júpiter y Saturno ocurren cada 20 años; este período se llama período sinódico, que es el tiempo que tardan dos planetas en alinearse como consecuencia de su movimiento orbital”, había adelantado a diario Hoy el doctor en Astronomía, Eduardo Fernández Lajús.

Pese a que la visual desde la Tierra dejó una sensación de cercanía entre los gigantes gaseosos, ambos planetas estuvieron separados por cientos de millones de kilómetros en el espacio.



La Estrella de Belén pudo observarse desde La Plata a simple vista y aquellos que contaban con binoculares pudieron apreciar los anillos de Saturno y los satélites de ambos cuerpos celestes. “Es una fortuna de la naturaleza poder apreciar estos acontecimientos”, destacó Fernández Lajús. Una hora después de la puesta del Sol, Júpiter se vio como una estrella brillante, mientras que Saturno apareció un poco más débil.

Uno de los factores que ubica este evento en el centro de atención es que ocurre justo antes de Navidad, condición que lleva a pensar que esta podría haber sido la misma alineación astronómica que, según la Biblia, guió a los Reyes Magos hasta José, María y el recién nacido Jesús.

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