Los insectos, un alimento rico en proteínas
Su producción, aseguran, utiliza apenas una fracción de la tierra, la energía y el agua que se requieren para la agricultura y “tiene una huella de carbono significativamente menor”.
Si bien la idea de consumir insectos genera rechazo en buena parte de la población occidental, los informes de Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y cierto consenso científico garantizan que son excelentes fuentes de proteínas y hierro biodisponible en “envase pequeño”.
Su producción, aseguran, utiliza apenas una fracción de la tierra, la energía y el agua que se requieren para la agricultura y “tiene una huella de carbono significativamente menor”.
“Estamos en medio de una extinción masiva de biodiversidad, en una crisis climática y, al mismo tiempo, de alguna manera necesitamos alimentar a una población en crecimiento”, describe la entomóloga Sarah Beynon, responsable del complejo Bug Farm en Gales.
Sin embargo, a pesar de que en Tailandia o México se comen saltamontes fritos o que las larvas de avispa son un manjar japonés, según una encuesta de la Organización Europea del Consumidor solo el 10% de las personas dicen estar dispuestas a reemplazar la carne por los insectos.
“Las percepciones de la gente sobre la comida cambian, pero lentamente”, explica Peter Alexander, responsable del área de Seguridad Alimentaria de la Universidad de Edimburgo.