CIENCIA

Los tardígrados podrían ser los últimos supervivientes en el planeta

Se trata de animales microscópicos, casi translúcidos, que pasan desapercibidos con facilidad y que a su vez son capaces de subsistir en los ambientes más extremos de la Tierra. También son conocidos como “osos de agua”.

Los tardígrados, u “osos de agua”, podrían ser los últimos supervivientes en la Tierra. Un equipo de investigadores del Instituto de Biociencias Avanzadas de la universidad japonesa de Keio, del Museo de Historia Natural de la Universidad de Oslo, en Noruega, y de la universidad británica de Bristol, buscó descifrar los mecanismos evolutivos que le brindaron la posibilidad a los mencionados animales microscópicos de ­desarrollar su capacidad única de supervivencia. La misma se extiende desde el vacío del espacio hasta temperaturas cercanas al cero absoluto. La investigación se publicó en la revista Genome Biology and Evolution.

Entre las características de los tardígrados se destaca que son animales microscópicos, casi translúcidos, que pasan desapercibidos con facilidad. Además, su extensión es de menos de un milímetro de largo y estos individuos se hallan entre los organismos más resistentes del planeta debido a la capacidad para sobrevivir en condiciones extremas con la que cuentan.

Al respecto de este último aspecto, es válido resaltar que varias especies de “osos de agua” son resistentes a la sequía y a elevadas dosis de radiación. También son capaces de subsistir en ambientes con poco oxígeno y soportar temperaturas y presiones que comprenden un amplio rango.

En este contexto, los expertos concluyeron que los mencionados animales pueden sobrevivir a una desecación casi completa al ingresar en un estado latente denominado anhidrobiosis, o vida sin agua, el cual les posibilita detener su metabolismo reversiblemente.

Tras llevar adelante varios experimentos en busca de exponer temporalmente a estos animales a condiciones productoras de radicales libres que inducen estrés, los investigadores demostraron que, en una situación de alto estrés, los tardígrados desarrollan la anhidrobiosis. A su vez, observaron también cómo entran en el estado latente con el fin de protegerse de las agresiones del entorno para luego recuperarse y reanudar su actividad cuando mejoran las condiciones.

Cabe destacar que ya es sabido que múltiples genes específicos de los tardígrados se encuentran vinculados con la anhidrobiosis. Sin embargo, ahora los investigadores descubrieron un mecanismo que activa este proceso.

En este marco, y de acuerdo a un artículo que ha sido publicado en Scientific American, cuando los radicales libres se acumulan arrebatan electrones de su entorno a fin de alcanzar estabilidad en el proceso de oxidación. A su vez, en este último, los radicales libres dañan las células y compuestos, tales como las proteínas y el ADN.

Por otro lado, cuando los radicales libres existen en pequeñas cantidades, pueden actuar como moléculas de señalización, ya que, al adherirse y desprenderse de una variedad de proteínas, afectan el comportamiento de las células en los “osos de agua”.

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