Honduras, en vilo: el conteo electoral sigue detenido y aun no se sabe quien será el próximo presidente

La OEA reclamó agilizar el escrutinio, mientras el oficialismo exigió anular la elección ante el clima de incertidumbre, sospechas y numerosas denuncias de irregularidades.

A una semana de las elecciones generales en Honduras, el país continúa sin conocer quién será su próximo presidente. El conteo oficial permanece detenido desde el pasado viernes, sin que el Consejo Nacional Electoral (CNE) haya actualizado los resultados preliminares, lo que ha desatado un clima de incertidumbre, sospechas y numerosas denuncias de irregularidades.

El escrutinio se paralizó el viernes cuando el CNE llevaba procesado el 88,02% de las actas. Sin explicación inmediata, los hondureños pasaron más de 24 horas sin saber por qué el sistema había dejado de actualizarse. Recién después, las consejeras Ana Paola Hall y Cossette López informaron que se trató de supuestos “problemas técnicos”. La demora y la falta de claridad sobre el origen de las fallas encendieron aún más las alarmas entre la ciudadanía.

Hasta el momento en que el conteo se detuvo, el candidato del Partido Nacional, Nasry “Tito” Asfura —considerado el “candidato de Trump” por el respaldo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump— se ubicaba en primer lugar con 1.132.321 votos (40,19%). Muy cerca se encontraba Salvador Nasralla, del Partido Liberal, con 1.112.570 votos (39,49%), una diferencia mínima que mantiene el escenario completamente abierto.

En tercer lugar aparece la candidata oficialista de Libre, Rixi Moncada, quien busca suceder a Xiomara Castro, la primera mujer en gobernar Honduras. Moncada suma hasta ahora 543.675 votos (19,30%).

La prolongada parálisis del escrutinio ha generado alta suspicacia entre la población, que exige transparencia y celeridad. La falta de avances alimenta especulaciones sobre posibles manipulaciones, mientras dirigentes políticos y organizaciones civiles reclaman al CNE que reactive el conteo y brinde información clara para evitar una crisis de confianza en el proceso electoral.

A medida que pasan los días sin novedades, crece la inquietud en un país que aguarda definiciones y que teme que esta incertidumbre profundice la tensión política y social.

Noticias Relacionadas