Rusia y Ucrania encontraron puntos para avanzar en la negociación
Durante el encuentro realizado en la frontera con Bielorrusia, Kiev reclamó el inmediato retiro de las tropas rusas, mientras que Putin pidió que desmilitaricen el país y reconozcan a Crimea.
Rodeados de una gran expectativa mundial, negociadores rusos y ucranianos tuvieron ayer un primer contacto en el puesto de control Alexandrovka-Vilcha, en la frontera entre Ucrania y Bielorrusia. Cada parte puso sobre la mesa sus pretensiones y, después de unas seis horas, acordaron continuar el diálogo en una “segunda ronda”.
Las conversaciones tuvieron lugar en una de las residencias del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, en la región de Gomel, una de las más afectadas por el accidente de la central de Chernobil en 1986. La agencia de prensa bielorrusa difundió imágenes de la sala de negociaciones, con una larga mesa cubierta con un mantel blanco, una decena de sillas de cada lado y banderas de los tres países de fondo. “Pueden sentirse en total seguridad, es nuestra sagrada responsabilidad”, declaró a las delegaciones el jefe de la diplomacia bielorrusa, Vladimir Makei.
Ucrania exige un alto al fuego y la retirada de las tropas rusas, y el presidente Volodimir Zelenski había reclamado que los rusos “depongan las armas”. Su par ruso, Vladimir Putin, conversó por teléfono con su homólogo francés, Emmanuel Macron, ante quien parece haber expuesto las pretensiones de Moscú para las negociaciones: el reconocimiento de Crimea como territorio ruso y la desmilitarización, la “desnazificación” de Ucrania y la promesa de un estatuto de país neutro.
Vladimir Medinski, el jefe de la delegación rusa, resaltó que las partes habían encontrado “algunos puntos sobre los que es posible hallar un terreno común”. En términos similares se expresó Mijaíl Podoliak, el asesor del jefe de la oficina presidencial ucraniana, que repasó que los negociadores “han identificado una serie de temas prioritarios sobre los que se han perfilado determinadas decisiones”. El nuevo encuentro, según Medinski, “se celebrará en los próximos días en la frontera bielorruso-polaca”.