Violencia en Rio Grande do Norte

El estado del noreste brasileño vivió días complicados por los ataques coordinados de un grupo criminal por las duras condiciones dentro de las cárceles.

Un grupo criminal orquestó una serie de ataques en al menos 28 ciudades del estado de Rio Grande do Norte, en el noreste de Brasil, desde la madrugada del miércoles.

Los ataques, que incluyeron incendios y disparos a oficinas públicas, comercios, vehículos y patrullas policiales, fueron posiblemente planeados desde el interior de las prisiones, como una protesta por las condiciones de vida y el endurecimiento de las medidas de control en esas instituciones.

La gobernadora Fátima Bezerra indicó que el estado trabaja para devolver la normalidad a la población y envió refuerzos policiales para auxiliar a las fuerzas locales, junto con el envío de 220 policías de la Fuerza Nacional. Aunque las autoridades detuvieron a unas 30 personas, la policía reportó dos muertos y dos heridos desde el inicio de los disturbios.

Uno de los fallecidos es José Wilson da Silva Filho, de 29 años y jefe de la mayor facción criminal de Rio Grande do Norte, quien murió al enfrentarse con policías cuando intentaban detenerlo. "Era responsable de financiar y distribuir armas para el grupo que realizó los ataques", indicaron fuentes oficiales.

Según la gobernadora Bezerra, la violencia es una reacción del crimen organizado a las medidas adoptadas por el gobierno para controlar el sistema de prisiones.

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