Washington: extreman la seguridad frente a la jura de Biden

El FBI, el Servicio Secreto y Seguridad Nacional movilizan a sus miembros buscando que no se repitan los hechos de la toma del Capitolio, tras conocerse la decisión de juicio político al actual presidente.

La ciudad de Washington y los gobernadores de Estados Unidos reforzaron al máximo la seguridad ante la posibilidad de protestas violentas por parte de los simpatizantes de Donald Trump, durante la asunción del presidente electo Joe Biden.

Este fuerte incremento en todo el territorio responde a las advertencias hechas en estos días por las agencias federales. Señalaron que los seguidores más radicales del mandatario saliente pretenden llevar a cabo ataques contra la investidura del demócrata, tras considerar un éxito el asalto al Capitolio de la semana pasada.

El FBI advierte sobre la planificación de “protestas armadas” en todos los estados a partir del sábado hasta el día de la asunción, por lo que las autoridades estatales comenzaron con las disposiciones preventivas.

Al igual que en Washington, varios gobernadores decidieron desplegar a la Guardia Nacional para garantizar la seguridad en sus capitales. Por su parte, los estados de Georgia, Minnesota, Ohio, Oregon, Washington y Wisconsin ya tomaron esa medida. En Virginia y Utah, las autoridades determinaron cerrar los parlamentos estatales ante el temor de disturbios; mientras que en Arizona, Georgia, Michigan, Pensilvania y Washington se instalaron vallas alrededor de las legislaturas estatales y se incrementó el dispositivo de seguridad.

En tanto, en Florida y Oklahoma, se pidió a los parlamentarios que trabajen este fin de semana desde sus casas debido a la probabilidad de protestas en las sedes del poder legislativo.

También en el Estado de Nueva York, la Policía se organizó “para reforzar la seguridad en el Capitolio del estado en Albany y sus alrededores”. A su vez, en California el gobernador Gavin Newsom dijo que el Parlamento estatal estaba en un “nivel de seguridad muy elevado” y la Guardia Nacional podría ser desplegada. En Estados como Arkansas y Ohio anunciaron hoy que enviarán miembros de sus Guardias Nacionales a la capital para fortalecer las medidas de protección, algo que también hará el Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York, que mandará a 200 de sus agentes.

Washington vive un ambiente tenso desde la toma de la sede del Congreso el pasado 6 de enero. Luego de ser criticado por su demora en enviar a la Guardia Nacional, el Pentágono autorizó esta semana el despliegue de 15.000 efectivos para cumplir con los requisitos actuales y futuros para la asunción de Biden. Sus miembros comenzaron a portar armas en la sede del Congreso, tanto en el interior como fuera del edificio.
Ante la escalada de las amenazas, las autoridades locales y federales decidieron que la gran explanada del National Mall, que une el monumento a Lincoln con el Capitolio, permanecerá cerrada al público el día señalado.

“Nadie podrá entrar al Mall. Si piensan ir a mirar lo pensaría, porque no van a poder nada, quizás la parte superior del Capitolio”, informaron desde el Pentágono. Esto fue luego de que la tensión en el país se ha intensificado en la víspera con la aprobación en el Congreso de un segundo juicio político a Trump.

Además, la situación ha llevado a Biden a renunciar a tomar el tren desde su ciudad de residencia en Delaware hasta Washington para asistir a su investidura. La decisión se tomó después de que el presidente electo se reuniera con oficiales del FBI, el servicio secreto y miembros de su equipo de seguridad nacional para barajar las amenazas de violencia extrema de los próximos días.

Este clima de hostilidad ha inquietado también a los legisladores republicanos que votaron ayer a favor de iniciar el proceso de destitución de Donald Trump en la Cámara de Representantes.

“Tengo compañeros que ahora viajan con escoltas armados, por temor a su seguridad. Muchos de nosotros estamos alterando nuestras rutinas, trabajando para conseguir un chaleco antibalas”, dijo a la cadena MSNBC Peter Meijer, uno de los diez congresistas republicanos que votó a favor del juicio político.
“Es triste que tengamos que llegar a ese punto, pero nuestra expectativa es que alguien intente matarnos”, admitió.

Noticias Relacionadas