Argentina se alinea con EE. UU. y respalda el embargo a Cuba
Por primera vez el país votó junto a Estados Unidos e Israel en la ONU, rompiendo con más de 30 años de rechazo al bloqueo.
En un hecho sin precedentes, la Argentina votó en la Asamblea General de la ONU a favor del embargo de Estados Unidos contra Cuba, en una decisión que rompe con más de tres décadas de continuidad diplomática. Desde 1992, todos los gobiernos argentinos, sin importar su signo político, habían rechazado el bloqueo, en línea con la mayoría de la comunidad internacional.
La resolución de este miércoles fue aprobada por 165 países que pidieron el fin de las sanciones, mientras solo siete se opusieron: Estados Unidos, Israel, Hungría, Ucrania, Paraguay, Macedonia del Norte y, por primera vez, la Argentina. El embargo, vigente desde hace más de 60 años, ha sido condenado reiteradamente por Naciones Unidas como una medida unilateral que castiga al pueblo cubano.
El giro argentino confirma el alineamiento político total del gobierno de Javier Milei con Washington y Tel Aviv. La decisión se inscribe en una estrategia de subordinación que recuerda a las “relaciones carnales” de los años noventa, cuando la política exterior se diseñaba bajo la lógica de complacer a la Casa Blanca.
La votación se suma a la presencia activa del Gobierno en foros internacionales bajo la órbita de Estados Unidos y a la búsqueda de respaldo financiero en organismos multilaterales. Con este paso, Argentina se coloca entre un puñado de países que avalan públicamente una política repudiada por la mayoría de las naciones del mundo.
A partir de este pronunciamiento, Argentina abandona su tradición de autonomía diplomática y se ubica bajo el mando de Washington. Para el oficialismo, se trata de un gesto de “realismo político”, para muchos, una señal inequívoca de dependencia y pérdida de soberanía.
