Bullrich deja Seguridad con un Código Penal endurecido y polémico

La ministra deja el Gabinete con un proyecto que refuerza penas y divide opiniones.

Patricia Bullrich cerró su gestión en el Ministerio de Seguridad con un gesto de alto impacto político, la presentación de un proyecto de reforma del Código Penal que endurece las penas en delitos graves y busca instalar lo que ella definió como “la doctrina del que las hace las paga”. La iniciativa, que será tratada en sesiones extraordinarias, promete modificar el paradigma vigente y dejar atrás lo que la ministra calificó como “doctrina zaffaronista”. El anuncio llega en un contexto de transición y abre interrogantes sobre la efectividad real de las medidas y el uso político de la seguridad como bandera.

El proyecto, elaborado junto al Ministerio de Justicia y la Secretaría de Legal y Técnica, plantea que el 82 por ciento de los delitos tengan cumplimiento efectivo de la pena, eleva los mínimos y elimina beneficios de excarcelación. También introduce figuras como la ley antimafia, la reiterancia y el juicio en ausencia. La narrativa oficial se apoya en estadísticas de reducción de homicidios y récords de incautación de drogas, pero la falta de transparencia sobre los datos y la ausencia de debate parlamentario previo generan dudas sobre la solidez de los argumentos.

El presidente Javier Milei y el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, elogiaron la gestión de Bullrich y destacaron que deja instalada una “doctrina” que, según ellos, devolvió el orden a las calles. Sin embargo, la exaltación contrasta con críticas de sectores que advierten un sesgo punitivista y un retroceso en garantías constitucionales.

El paso de Bullrich por el Ministerio se despide con un proyecto que promete mano dura. Desde el protocolo “antipiquete”, que criminalizó la protesta social, hasta las detenciones masivas sin pruebas en el Congreso, su gestión consolidó un modelo de seguridad que privilegió la fuerza por sobre las garantías.

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