El empleo industrial no crecerá pese a la caída registrada

El 97% de los empresarios afirmó que no sumarán personal en los próximos meses. Crecen los despidos frente a las importaciones.

Semana a semana se conocen más números generales y casos puntuales que reafirman que el sector más golpeado por el modelo económico de Javier Milei y Luis Caputo es la industria. Al respecto, en la semana se conoció el Indicador de Confianza Empresarial (ICE) que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). Si bien recuperó levemente la confianza empresarial (aunque sigue en números muy bajos), el dato relevado más alarmante fue que el 97% de los empresarios encuestados descartó contratar nuevo personal en el corto plazo.

La cifra más contundente del relevamiento es que solo el 3,4% de los industriales proyecta ampliar su plantilla entre noviembre y enero. Este dato, incluso menor al registrado en septiembre (3,7%), consolida un panorama de empleo prácticamente paralizado.

De esta manera, se consolida un estancamiento laboral, donde el 80,1% de las empresas no proyecta ninguna variación en su dotación de personal. Además, se consolida un porcentaje alto de quienes anticipan despidos: 18% en el reporte anterior, 16,5% para el periodo noviembre – enero. A su vez, la actividad productiva también se mantiene congelada, con el 64,3% de las firmas sin esperar cambios en el horizonte.

Con estos números, el índice de confianza resultante del relevamiento del Indec fue de -22,8% en octubre. Si bien este número representa una mejora en comparación con septiembre (-23,2%), continúa en el nivel más bajo del año.

Esta mejoría está impulsada principalmente por expectativas más favorables respecto a la inflación y la demanda interna. No obstante, las empresas continúan priorizando la conservación de márgenes. El principal obstáculo para impulsar la producción y, por ende, la contratación, sigue siendo la baja demanda interna, identificada como el mayor problema por el 50,2% de los industriales.

30 despidos y a importar

La crisis de la industria, castigada por la caída del consumo y la apertura de las importaciones, recayó sobre una de las firmas más emblemáticas de la industria nacional. Essen, la fábrica de artículos de cocina, conocida popularmente por sus “ollas indestructibles” y que fue símbolo del trabajo metalúrgico, despidió a 30 empleados de su planta en Santa Fe.

Las cesantías fueron consecuencia directa de la decisión de la firma de comenzar a sustituir parte de su fabricación local (cerca del 45%) por productos terminados importados. Los 30 despidos representan una disminución del 10% de la planta productiva.

El titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Venado Tuerto, Oscar Infante, lamentó la situación: “Ha bajado la producción y los trabajadores lo ven día a día en sus puestos de trabajo”. El gremio denunció que la empresa está aprovechando la crisis para llevar a cabo una “reestructuración o achique” de la plantilla.

La preocupación sindical se extiende a otras firmas de la región: Infante advirtió que la compañía Corven, otra de las grandes empleadoras metalúrgicas de Santa Fe, también estaría preparando la cesantía de unos 40 trabajadores.

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