El proyecto para la salud mental de Milei: “Se retrocede un siglo atrás y se vuelve a un modelo manicomial”

La subsecretaria de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencias en el Ámbito de la Salud de la provincia de Buenos Aires, Julieta Calmels, habló con diario Hoy sobre los cambios que plantea la “ley ómnibus”, que dedica uno de sus puntos para retomar la idea de “asilo” y de la “peligrosidad de la locura”.

El proyecto de “ley ómnibus” con el que el Gobierno de Javier Milei busca modificar de un saque un sinfín de leyes tiene un capítulo especial para la salud mental. Allí, la gestión libertaria avanza sobre el corazón de la normativa vigente, la ley 26.657, y, entre otros cambios, pretende facilitar las internaciones involuntarias y habilita el regreso de los manicomios, así como también da luz verde a los negocios en torno a las intervenciones.

En ese marco, diario Hoy habló con la subsecretaria de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencias en el Ámbito de la Salud de la provincia de Buenos Aires, Ju­lieta Calmels, quien en principio apuntó: “Hay una gran preocupación entre los sectores de la universidad, los colegios profesionales, familiares, autoridades sanitarias de las provincias, académicos porque se plantean en esta ley ómnibus, que más que ómnibus es un tanque, como dijo el gobernador Kicillof, entre muchísimas otras reformas regresivas en materia de derechos adquiridos también avanza sobre la salud mental”.

“Estas reformas tienden algunas a sostener el modelo manicomial, y de hecho hablan de asilar, lo cual está demostrado que tiende a generar más daño, y Argentina, de hecho, tiene observaciones de organismos internacionales sobre los servicios de salud vinculados al proceso de desmanicomialización, es decir, no solo es un cambio sobre una ley, sino que echa por tierra todos los compromisos y tratados internacionales que tiene nuestro país en este tema”, apuntó la funcionaria.

Calmels dijo entonces que “este proyecto tiene como primer eje restaurar los manicomios, cuando ya se ha visto que es un modelo inviable y que hay otros modelos posibles para las internaciones. En la Provincia inauguramos hoy (por ayer) una nueva casa de externación en Mercedes y ya serán 75 casas que hacen viable la transformación de los hospitales, es decir, la Provincia trabaja para cerrar los manicomios y muestra que hay otra opción viable, posible y celebrada por organismos internacionales como la ONU porque es muy importante avanzar en la desinstitucionalización y que las personas puedan vivir en sus comunidades con apoyo y asistencia”.

“Este punto de cambio que propone Milei en esta reforma es contraria a lo que el mundo está diciendo en materia de salud mental: habla de reclusión en manicomios, vuelve a retroceder un siglo porque vuelve a un idea de asilo, de peligrosidad de la locura, un montón de cuestiones que deberíamos dar terminadas como Estado”, señaló.

La responsable de la salud mental en la Provincia detalló además: “El otro punto muy importante y que genera mucha preocupación es las atribuciones que le da a la Justicia para intervenir en la salud mental, en la redacción de los artículos propone que un juez puede indicar internaciones involuntarias y esto es muy grave porque a nadie se le ocurre pensar que un juez puede ordenar una operación del corazón, pero pareciera que a algunas personas sí se les ocurre, cuando la decisión de consentir una internación requiere de la voluntad de la persona que además sea evaluada por profesionales del área, algo que claramente los jueces no tienen, no están formados para eso”.

“La internación tiene que ser una medida terapéutica y no de ­castigo, la Ley de Salud Mental está validando que las internaciones tienen que ser indicadas por evaluaciones de los equipos interdisciplinarios, una judicialización de la salud va en detrimento de las personas”, enfatizó.

Por otro lado, Calmels también puso el acento en la problemática de las adicciones: “Lo que estamos viendo es que aparece la cuestión a las adicciones donde, si bien somos conscientes de todo lo que falta, a veces se dan internaciones por motivo de consumo cuando en realidad la situación es para evaluar por profesionales porque bajo ese argumento se internan personas sin ningún tipo de criterio y muchas veces en lugares que no están habilitados y se han dado hechos de muchísima gravedad que han terminado incluso en la muerte de personas”.

“En el mundo del tratamiento de los consumos problemáticos hay un sector que genera mucha preocupación, sobre todo en que la Justicia quiera tener una actitud más ligera cuando todas las decisiones deben articularse con el sistema de salud”, apuntó, y agregó: “Se debe ampliar el sistema, mejorarlo, que haya más lugares para el tratamiento de consumos, ampliar todo eso y no avanzar con lo que está mal”.

“Otro gran cambio es que pareciera que se da de baja el órgano de revisión que controla las internaciones para que no se vulneren derechos, lo cambia por un equipo interdisciplinario en el que tiene que haber técnicos en adicciones que nadie sabe dónde se reciben; es llamativo que aparece una figura que no es personal de salud ni título de grado y se lo ubica a la altura de un médico”, consideró.

Para finalizar, Calmels sentenció: “El problema no es la normativa, sino cómo fortalecemos el sistema de salud, cómo lo integramos, hay déficit en las guardias hospitalarias, en espacios residenciales para los temas de consumo, todo eso forma parte de la agenda con la que estamos comprometidos a avanzar. El cambio vino para romper los estándares del derecho”.

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