La clase media se achica en medio del ajuste

El 55% de los argentinos cree que la clase media se está achicando. Además, el consumo y la educación dejaron de garantizar el ascenso social.

PensarLab, el laboratorio de investigación de la Fundación Pensar, realizó un interesante informe sobre las clases sociales en Argentina. La investigación da cuenta de las complicaciones que atraviesa la clase media y de las sensaciones de la población.

Para elaborar el estudio, se dividió en tres grupos la estructura social de Argentina: clase alta (ingresos por más de $6,5 millones); clase media (entre $2 millones y $6,5 millones) y clase baja (entre $750 mil y $2 millones). En base a estos datos, 7 millones de hogares argentinos son de clase media, 8 millones de clase baja y menos de 1 millón de clase alta.

Clase media erosionada

El estudio describe a una clase media que enfrenta una erosión sostenida de su poder adquisitivo y de su confianza en el futuro. El 55% de los argentinos cree que la clase media se está achicando, y el 60% afirma que su trabajo solo les permite “subsistir, pero no progresar”. Aun así, el trabajo, la educación y la estabilidad familiar continúan siendo los pilares que sostienen su identidad, más allá de los ingresos y las condiciones materiales.

La educación, que alguna vez fue el principal vehículo de ascenso social, ya no cumple ese rol: el 70% de quienes pertenecen a los sectores bajos alcanzaron un nivel educativo superior al de sus padres, pero no lograron mejorar su posición socioeconómica. Sólo 4 de cada 10 argentinos de clase media alcanzaron un mayor nivel educativo que sus padres pero no perciben ascenso social.

El consumo, históricamente asociado al bienestar, se volvió un espacio de tensión y sacrificio. Según los datos, 63% de los argentinos tuvieron que resignar consumos o actividades habituales para priorizar gastos esenciales como la educación y la salud.

La autopercepción

Con estos datos, el dilema se presenta entre la autopercepción y la consideración real: el 35% de aquellos que pertenecen a la clase baja se consideran de clase media y el 80% de aquellos que pertenecen a la clase alta se consideran de clase media.

Según PensarLab, una de las razones por las que existe este sesgo es porque encontramos hábitos y consumos que la sociedad considera que corresponden a la clase media, como tener casa propia (un tercio no tiene casa propia según el Indec).

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