La conducción del Senado reaviva tensiones en el peronismo bonaerense
El kirchnerismo presiona para cerrar autoridades y exige una sesión urgente en medio de la disputa con el sector que responde a Kicillof por la vicepresidencia 1°.
La interna del peronismo bonaerense volvió a quedar expuesta con la ofensiva del sector alineado con Cristina Fernández de Kirchner para forzar la definición de las autoridades del Senado.
El reclamo apunta a destrabar la elección de la vicepresidencia 1°, un cargo clave en la arquitectura institucional de la Provincia y pieza central en la línea sucesoria. La falta de acuerdo tras la sesión preparatoria dejó un vacío que ahora se convirtió en el epicentro de la disputa.
Con este marco, senadores kirchneristas enviaron una nota a Verónica Magario para exigir una sesión el martes 16 de diciembre y avanzar con los nombramientos pendientes.
La iniciativa busca acelerar una definición que no llegó la semana pasada, cuando la Cámara alta quedó sin conducción plena y con cuatro vicepresidencias sin resolver.
El pedido incluye además el tratamiento de dos proyectos estratégicos para el gobernador Axel Kicillof, que podrían perder estado parlamentario si no llegan al recinto.
Un conflicto que expone la tensión con Kicillof
La disputa por la vicepresidencia 1° refleja un choque más profundo entre el kirchnerismo duro y el espacio que responde al gobernador bonaerense.
Mientras el sector cristinista busca consolidar su peso en la línea sucesoria, Kicillof intenta preservar su influencia en un Senado, donde la falta de acuerdo trabó incluso la definición de las vicepresidencias restantes.
La reciente aprobación del endeudamiento provincial tensó aún más el clima y dejó heridas abiertas dentro del oficialismo.
Tablero legislativo abierto
La indefinición sobre las autoridades mantiene en suspenso la organización interna de la Cámara y el reparto de poder dentro del peronismo. La conducción del bloque de Unión por la Patria y las vicepresidencias concentran presupuesto y capacidad de maniobra, por lo que cada sector mueve sus piezas con cautela. El kirchnerismo impulsa nombres como Fernanda Raverta y Sergio Berni, mientras el kicillofismo y el massismo buscan sostener posiciones propias.
El escenario sigue abierto y la vicepresidencia 1° se transformó en un punto neurálgico que puede reordenar o profundizar la interna del oficialismo provincial. Lo que está en juego no es solo un cargo, sino la correlación de fuerzas que marcará el rumbo legislativo del próximo año.
