Para Bahillo, el 2022 fue positivo por el diálogo con el campo

El secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca destacó la relación con todos los sectores y la “reconstrucción de confianza” que el Gobierno realizó durante este año. El principal problema: la sequía

Fue el año de la inflación, que complicó la compra de insumos y maquinaria; también fue el año de la sequía, que arruinó cosechas y promete seguir causando problemas. Pero para el secretario nacional de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo, el balance de 2022 es positivo. Porque fue también el año del diálogo y de la “reconstrucción de confianza” con el campo.

El funcionario remarcó ayer que el año “cierra bien”, y destacó el diálogo con todos los sectores del agro y también la aplicación del programa de fomento a las exportaciones que informalmente fue bautizado como “dólar soja”.

Bahillo no ignora, claro, los problemas que atraviesan los productores agropecuarios en el país. Para él, la falta de lluvias, que viene castigando al interior del país y que hizo que se perdieran cosechas en forma total o parcial, fue el principal desafío que tuvo que afrontar el sector durante este año.

“El año cierra bien, salvo por un tema que nos excede a nosotros, al sector y a los productores, que se da por tercer año consecutivo, que es la sequía”, sostuvo el secretario.

Y esta circunstancia, dijo, seguirá trayéndole dolores de cabeza al mundo del campo en 2023. En efecto, se produjo “una merma en el trigo y un horizonte incierto en cuanto a la siembra de soja y maíz por la falta de humedad en el suelo”, explicó.

Bahillo indicó que el fenómeno climático también afectó “todo lo que es la disponibilidad de forraje, pastura y reserva; y esto complica la ganadería y los campos”.

Además, a este panorama se le suma un contexto “de incertidumbre”, que se hizo presente en “cadenas como la avícola y porcina, que agregan valor y transforman proteína vegetal en animal”, añadió el titular de la cartera agraria del Gobierno.

“Si no fuera por la sequía, el sector de la agricultura y la ganadería está pasando por un momento de buenos precios. Si pudieran tener los niveles de rendimiento, estarían con buenos márgenes”, aseveró Bahillo.

También hizo referencia a las economías regionales, las que, según dijo, se encuentran frente a contextos disímiles de acuerdo a si “dependen del mercado interno o del mercado externo”. Pese a la heterogeneidad que presentan, Bahillo afirmó que desde su área se trabaja en una “agenda en común para asistirlas”, con líneas de crédito “por más de $1.000 millones a cooperativas”, entre otras medidas.

Más allá de las economías regionales, el funcionario también destacó la implementación del Programa de Incremento Exportador –también denominado como “dólar soja”– en sus dos ediciones.

“Es una de las medidas que más se visibilizó y que permitió recomponer las reservas del Banco Central en algún punto, y generar mejores ingresos para los productores”, dijo.

Sobre este último punto, Bahillo ejemplificó señalando que, antes del programa, en agosto “un productor de soja recibía $50.000 por tonelada”, y ahora “recibe entre $95.000 y $102.000 por tonelada”, lo cual representa “una mejora notable que les ha duplicado los ingresos”, indicó.

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