Peugeot detuvo la producción y se agrava la crisis industrial

La planta de El Palomar suspendió sus operaciones hasta enero y aumenta la alarma en una industria golpeada por la crisis y la ausencia de respuestas oficiales.

La decisión de Peugeot de paralizar por más de un mes la producción en su planta de El Palomar volvió a encender las alarmas en una industria que no logra estabilizarse. Como informó diario Hoy en su edición anterior, el deterioro del entramado productivo se profundiza semana a semana y la automotriz se convirtió ahora en el caso más resonante del sector.

Un parate inusual y creciente incertidumbre

Stellantis dispuso adelantar las vacaciones del personal y detener completamente la fabricación hasta el 5 de enero. Aunque no difundió un comunicado oficial, puertas adentro se menciona que la pausa sería presentada como un período de “mantenimiento”. Sin embargo, la extensión del parate supera con creces los recesos habituales de la actividad y alimenta dudas sobre la estabilidad laboral.

En paralelo, el mercado automotor muestra una caída sostenida. Los patentamientos bajaron 3,6% interanual en noviembre y más de 30% respecto a octubre, lo que forzó a las terminales a sostener ventas con descuentos cada vez más agresivos.

Entre la baja demanda y los problemas de provisión

A las dificultades comerciales se suman problemas de abastecimiento de componentes y motores, que ya habían obligado a detener la producción durante dos semanas en noviembre. No obstante, distintas fuentes coinciden en que el motivo de fondo sería la necesidad de reducir stocks ante una demanda estancada y márgenes presionados por la suba de tasas y el freno exportador.

El cuadro se vuelve más preocupante al enlazarlo con los números difundidos el lunes por la Provincia y publicados por diario Hoy, que revelaron el cierre de más de mil empresas en un mes y la pérdida de miles de puestos de trabajo. En ese contexto, la decisión de Peugeot funciona como otra señal del deterioro industrial bonaerense y del impacto directo de la recesión sobre las fuentes de empleo.

Para los trabajadores, la combinación de parates, suspensiones y despidos incrementa la sensación de vulnerabilidad. Para el sector manufacturero, el episodio confirma que la crisis no sólo se extiende, sino que empieza a mostrar un ritmo más acelerado y sin un horizonte claro de recuperación.

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