Sigue la polémica por la designación de Presti en Defensa
El jefe del Ejército asumirá como ministro sin pasar a retiro, exponiendo una fractura en el consenso democrático sobre la conducción civil de las FF. AA.
La designación de Carlos Presti como futuro ministro de Defensa mantiene abierta una polémica que atraviesa al sistema político y militar. El actual jefe del Estado Mayor General del Ejército confirmó que no pasará a retiro y que tomará licencia de su cargo para asumir la conducción política del área. “Voy a seguir con jerarquía militar en una situación distinta; está contemplado legalmente”, afirmó tras el acto en la Casa Rosada, donde recibió su Sable y el diploma correspondiente a su grado.
La decisión de Javier Milei de nombrar a un militar en funciones rompe con la tradición democrática de que ese cargo sea ocupado por un civil. Presti buscó despejar dudas al asegurar que cumplirá lo que determina la ley militar y que su situación está prevista en la normativa vigente. Ante este contexto, especialistas y referentes políticos advierten que la conducción civil de las Fuerzas Armadas es un principio básico desde el retorno de la democracia.
Durante la ceremonia, Presti destacó el simbolismo del encuentro y la presencia del ministro saliente, Luis Petri, que reforzó la idea de continuidad burocrática en medio del recambio político. El futuro ministro insistió en que se encuentra preparado para la transición y que ya trabaja en propuestas para presentar al Presidente.
La controversia no se limita solo a un debate técnico, sino que expone una fractura en el consenso democrático sobre la conducción civil de las Fuerzas Armadas y anticipa un escenario de alerta institucional frente al desembarco de Presti en el gabinete libertario.
