Boca: escándalo, bochorno y un “feo” horizonte…
Boca quedó eliminado por penales en Belo Horizonte ante Atlético Mineiro y se produjeron graves incidentes en el vestuario del estadio. Le volvieron a anular un gol al equipo de Russo, que en los penales erró en tres definiciones.
20 de Julio, Día del Amigo. Muchas personas se juntaron a ver el partido de Boca, apostando a que podría aparecer la mística copera que caracterizó siempre a esta institución. Sin embargo, la transmisión fue calcada: se dio la misma película de terror que la semana pasada, con el VAR como protagonista anulando otro gol al equipo de Russo, que ahora quedó en la cuerda floja por no cumplir por segunda vez el objetivo de ganar la Libertadores.
Esta vez fue Esteban Ostojich, el mismo de la actuación intachable en la final entre Brasil y Argentina, el que le anuló un gol al Chelo
Weigandt promediando el segundo tiempo, luego de un partido friccionado y cambiante, que tuvo mejor al Mineiro en el primer tiempo y combativo a Boca en la parte final.
El encuentro terminó 0 a 0, y en los penales Boca falló tres definiciones: Villa sobró y quiso definir al medio, a Rolón se lo atajó el arquero y el penal de Izquierdoz se fue arriba del travesaño.
El único que cumplió fue Marcos Rojo, en la primera definición, cruzada, abajo e inatajable.
Tras la eliminación, personal de seguridad privada y parte de la Policía mineira intentaron sacar rápido a los jugadores al vestuario, pero entre la bronca por la derrota y una mala contención de los integrantes del Consejo de Fútbol, que se pelearon en lugar de calmar las aguas, todo se descontroló.
Marcos Rojo llegó a tomar un matafuego para amenazar con tirárselo a la Policía de Minas Gerais, y tanto Zambrano como Somoza (ayudante de Russo) empujaron y tomaron vallas metálicas para defenderse de los efectivos de la fuerza.
Como contrapartida llegó el gas lacrimógeno, las escaramuzas y los golpes al aire, incluyendo a Raúl Cascini, quien quedó filmado ensayando poses de boxeador con la guardia baja.
Por todo lo ocurrido, la Conmebol elevará un informe y habrá sanciones tanto para las autoridades de Mineiro por la organización del partido como así también para algunos integrantes de la delegación de Boca,
Miguel Russo, a quien Riquelme contrató para sacar campeón al Xeneize después de 14 años, quedó en la cuerda floja, ya que por segunda vez en este 2021 (en enero quedó eliminado en semifinales de la Libertadores 2020) no pudo consumar su objetivo. Un “feo” horizonte…