El papá de Marcos festejó con calma y envió un mensaje al periodismo

Desde sus años mozos hasta el presente conserva la serenidad en el habla y el respeto en toda sus acciones. Faustino Marcos Alberto Rojo, más conocido como “Tití”, le dedicó unas palabras a diario Hoy luego del agónico triunfo del seleccionado. Su personalidad está curtida de tanto trajinar por un mundo difícil, después de llevar a cabo la construcción de un hogar con mucho sacrificio, incluso, siendo vendedor ambulante.

Tras pasar un lindo Día del Padre, y de sufrir por TV con los resultados que nadie esperaba de los primeros partidos, prudentemente -en momentos dulces- opinó sobre el desempeño del equipo y específicamente sobre lo que muestran los periodistas especializados en sus largas horas de transmisión.

“Estoy muy contento, y más que por Marcos es por todo el grupo, por todo lo que se les dijo a los chicos. Algunos periodistas no se dan cuenta cómo repercute en la gente, en la calle, no solamente en la familia de cada jugador”, se sinceró.

El hombre, que tiene como hobby el cuidado de aves, y de pasar mucho tiempo en familia, envió un mensaje a los medios. “Es una vergüenza escuchar, pero se ve que hay productores que ponen a trabajar a esa gente. Espero que se manejen con mayor coherencia y que vayan todo lo que puedan con la verdad, no hablando mal de una persona que no se puede defender”.

Finalmente, “Tití” Rojo remató la charla: “Por más que un seleccionado llegue a la final o no, si sos profesional y tenés un micrófono, no podés hablar como si estuvieras en el barrio o con tus amigos…”

Clarito, directo, sincero al mango. El “ABC” de quien vivió en la sencillez de un barrio carenciado pero feliz como El Triunfo, aunque ensayando una y otra vez los valores humanos, que ayer festejó junto a todos sus seres queridos el pasaje a octavos. 

Un golpe al corazón, como aquel gol... 

Hace 21 años Marquitos tenía 6 y era la mascota de El Cruce, un equipo hoy desaparecido del certamen de la Liga Platense. Era un domingo plomizo, cuando se definió en el estadio de Cambaceres un triangular que el 21 de diciembre de 1997 ya tenía todo a favor de los rivales que enfrentaba Rojo padre. 

En el minuto 90 de esa tercera y última fecha, Alianza se descuidó en un tiro libre y entre varias piernas, apareció la del señor que ayer conversó con Hoy. La historia tuvo su repaso, aunque las comparaciones nunca sean bien consideradas. 

“Perdíamos el título, hasta que salió un centro desde la derecha y saltaron varios a buscar, para mí el que la metió fue Tití Rojo con el corazón”, evocó Ruben Barraza, DT de aquel campeonato para el barrio Ringuelet.

Rojo, que era delantero, a los 53 años, le agradeció a este diario el recuerdo cuando aún no podía bajar de la emoción que despertó en todo un país futbolero el primero de sus cinco hijos. “El fútbol tiene esas cosas, podés estar jugando en el barrio, en la Liga, en Boca, River, o acá en La Plata en Estudiantes o Gimnasia, pero estar en un Mundial y hacer un gol faltando unos minutos para quedar afuera, no es algo que se pueda hacer seguido en la vida”.