Gimnasia mereció más, pero adentro del área hay que hacer los goles…

En el primer tiempo se vio a un Gimnasia dominador. De un pelotazo largo, Coronel dejó picar la pelota y Giménez no lo perdonó: es el ABC del fútbol. Cuando viene una pelota larga y llovida, nunca la tenés que dejar picar. O la sacás o te acomodás y tratás de rechazarla. Pero nunca hay que dejarla picar.

Para colmo de males, a Gimnasia le costó recuperarse, pero en base a ganas y a temperamento se lo llevó por delante al rival. No puedo entender cómo estando Licht en cancha, el penal que le cobraron (el segundo, porque el primero no se lo sancionaron) lo terminó pateando el Pulga.

En el segundo tiempo, como era de esperar, Gimnasia salió más decidido. Con el ingreso de Torres en una posición más ofensiva, el equipo cambió. A los nueve minutos Maxi Coronel marcó un golazo y muy rápidamente el gol del Pulga Rodríguez cambió radicalmente el partido. De hecho, todo hacía indicar que Gimnasia estaba para ampliar la diferencia y hasta para golear. Pero otra vez, con un pelotazo desde lejos, Central Córdoba agarró mal parada a la defensa de Gimnasia y terminó empatando el partido.

El rival fue prolijo, ordenado y demostró que tiene un delantero impecable como Milton Giménez. Gimnasia mereció más. Lo positivo es que sigue manteniendo una racha de tres partidos sin perder.