El duro relato de María Becerra: "Entre cinco compañeros me llevaron al baño y quisieron abusar de mi"

La cantante contó cómo fue su adolescencia en una escuela industrial, donde sufrió agresiones y acoso de parte de sus compañeros.

La carrera musical de María Becerra no para de crecer. En el último tiempo ha lanzado hits que son la sensación del momento, incluyendo colaboraciones con Tini Stoessel y J Balvin, que la han llevado al éxito a otros países, además de Argentina.

La joven de 21 años participó del programa PH, que conduce Andy Kusnetzoff, y habló sobre su difícil adolescencia en una escuela técnica. “Yo lo pasé mal en la adolescencia. Mucho bullying”, arrancó diciendo. “El 2012 fue el peor año de mi vida. Porque entre a un colegio… A mi me gustaba la carpintería. Mi hermano fue a un técnico. Se recibió de técnico electrónico. A mi me gustaba verlo hacer eso. Quería ser productiva en eso. Hacerme mi casa de muñecos. Entonces les dije a mis viejos que quería ir a un técnico. Mis papás no querían. Pero les hinche tanto que me anotaron. Y ¡maldito el día en que me anotaron!”.

La argentina, que es la artista local más escuchada en Spotify, continuó: “La pasé muy mal. Éramos dos mujeres entre 400 varones. Antes era típico que vayas caminando y los compañeros te tocaran el culo. Te manosearan en el boliche, en el colegio. Era así. Eran todos en plena edad… Eran re pajeros. Yo estaba todos los días en la oficina, quejándome. Y ¡me mandaban a mi con la psicopedagoga! La misma preceptora me decía: ‘¿No pensaste en no usar jean?’ Me decían que trajera ropa holgada. Y ahí fue que nació mi obsesión por usar ropa holgada. Hoy en día no me pongo un vestido ni de caño. No me pongo short. No me pongo polleras”.

Siguiendo con el relato, Becerra habló sobre un episodio estremecedor, que ocurrió dentro del colegio y en el cual no recibió ayuda: “Me pegaban feo. Me tenían de punto. ‘Aprovechamos y te manoseamos’. Estuve un año”. Contó que ante el maltrato y los abusos, ella no le decía nada a su madre, “porque me hacían creer que era yo la culpable”. Y dijo: “He llegado moretoneada, con el labio cortajeado... Me pegaban feo. Nunca le dije hasta que llegó un punto que… Bueno fue una vez que cinco compañeros, que eran los que me pegaban siempre… Uno se llamaba Ariel, de ese me acuerdo… Me llevaron al baño y me tenían uno de cada mano. Me tenían las piernas y me empezaron a querer sacar la ropa. Quisieron abusar de mí. Pasó una preceptora y yo estaba gritando. Y fue la nada misma. Me salvó que tocara el timbre”.

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