Madonna, embajadora y defensora de Britney Spears
La diva pelea por la emancipación de la reina del pop
En la cúspide de su carrera, la reina del pop Britney Spears comenzó a mostrar signos de estrés. Además se volcó hacia las adicciones al alcohol y las pastillas para saciar sus pesares.
Por aquél entonces su comportamiento errático la llevó a suspender algunos contratos de trabajo, presentaciones y grabaciones. Además la relación efímera con el papá de sus hijos comenzó a fallar y el divorcio fue inminente.
Por otra parte, dadas las presentaciones realizadas ante la justicia, la diva perdió la custodia de los herederos que pasaron a vivir con su ex mientras que Jamie Spears, su papá, se hizo cargo de su tutela y la administración financiera de su dinero.
Luego de rehabilitarse y demostrar que se encuentra en eje, la rubia emprendió una relación con un bailarín, puede viajar y darse ciertos lujos pero expresó en una audiencia que desea recuperar las riendas de su existencia.
Asimismo confesó que es obligada a tomar anticonceptivos para evitar embarazos en este contexto y una medicina que es muy nociva como el litio sin siquiera estar diagnosticada con una enfermedad psiquiátrica. Además confirmó que no volverá a actuar ni a cantar pues decidió retirarse de los escenarios y es por ello que su manager por 25 años presentó la renuncia definitiva.
Ante este contexto, sus amigas y colegas decidieron crear un fondo económico para abonar los gastos de su defensa. Entre las figuras se destacan Christina Aguilera, Justin Bieber, y Madonna que se pronunció al respecto de la batalla mediática que lleva adelante su sucesora.
Al respecto, pronunció: "Devuélvanle la vida a esa mujer. ¡La esclavitud se abolió hace mucho tiempo! Muerte al codicioso patriarcado que hizo esto con las mujeres durante siglos. ¡Esto es una violación de los derechos humanos! ¡Britney, vamos a sacarte de la cárcel!”.
Vale mencionar que, de forma reciente, la mujer confesó en una audiencia pública su infelicidad y que además su papá administra una fortuna valuada en 60 millones de dólares a la que no tiene acceso.