Ciencia

Develan el origen de las placas tectónicas terrestres

Científicos estadounidenses publicaron un estudio basado en el análisis de minerales que permiten establecer en qué momento se originó la dinámica geológica de nuestro planeta.

En la actualidad, la Tierra es el único planeta conocido que alberga vida compleja. Parte de esa capacidad está directamente relacionada con la Tectónica de Placas, es decir, la teoría que explica la forma en que está estructurada la porción externa terrestre más fría y rígida.

De hecho, ningún otro cuerpo planetario conocido por la comunidad científica tiene una corteza tan dinámica como la de nuestro planeta, que está dividida en placas continentales que se mueven, se fracturan y chocan entre sí.

Si bien se sabe que esta tectónica ayuda a regular los niveles de oxígeno y dióxido de carbono, que influyen sobre el clima; hasta el momento no se conocía en qué momento se originó la dinámica de placas.

Ahora, científicos del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano, en Estados Unidos, publicaron un nuevo estudio basado en el zircón (el mineral conocido más antiguos de la Tierra) para asomarse al origen de las placas tectónicas.

De acuerdo a la investigación publicada en la revista académica Geochemical Perspectives Letters, la dinámica de estas estructuras se habría originado hace aproximadamente 3.600 millones de años.

De hecho, los zircones más antiguos del estudio fueron detectados en las Colinas de Jack, una cadena montañosa de Australia Occidental. Estos minerales tienen una antigüedad estimada de 4.300 millones de años, con lo cual, se habrían formado en los albores del planeta.

“Estamos reconstruyendo cómo la Tierra pasó de ser una bola fundida de roca y metal a lo que tenemos hoy. Ninguno de los otros planetas tiene continentes ni océanos líquidos ni vida. En cierto modo, estamos tratando de responder a la pregunta de por qué la Tierra es única, y podemos responderla hasta cierto punto con estos zircones”, explicó Michael Ackerson, geólogo del museo estadounidense.

“Desvelar los secretos que encierran estos minerales no es tarea fácil. Analizamos miles de estos cristales para obtener un puñado de datos útiles, pero cada muestra tiene el potencial de decirnos algo completamente nuevo y remodelar la forma en que entendemos los orígenes de nuestro planeta”, concluyó el especialista.

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