cultura

Los dividendos de la crueldad

A pesar de estar prohibidos por una ley nacional, estos combates tienen cierta protección en algunas provincias.

Más allá de que, en los años 60, Los Hornos era una de las sedes principales de riñas de gallos, fueron muchos los barrios de nuestra ciudad en donde se llevó adelante esta práctica que estimula instintos atávicos y reditúa ganancias considerables.

Una casa de 515 y 214 funcionó como un reñidero varias veces allanado por la Policía. Allí, el dueño de casa poseía un stud donde criaba las aves, publicitando incluso un video en el que se jactaba de la calidad combativa de sus gallos. Los vecinos fueron los encargados de llevar la denuncia a la fiscalía, cuando se les hizo intolerable la impunidad con que se perpetraba esta actividad ilegal.

En octubre de 2020, en el último procedimiento judicial realizado, se incautaron más de 50 gallos. Sin embargo, son numerosos los indicios que apuntan a que en ese lugar de La Plata la crueldad sigue dando dividendos.

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