El Gobierno negó el número de desaparecidos ante la ONU
El subsecretario de DD. HH., Alberto Baños, cuestionó la cifra de desaparecidos y rompió con la tradición dialoguista argentina en foros internacionales.
El Gobierno argentino protagonizó en Ginebra un episodio que marcó un quiebre en la política de memoria nacional. Ante el Comité contra la Tortura de la ONU, el subsecretario de Derechos Humanos, Alberto Baños, puso en duda la cifra de 30.000 desaparecidos y acusó a los organismos de derechos humanos de haber convertido las reparaciones en un “negocio”. Su intervención, de tono negacionista, sorprendió a los expertos internacionales y quebró la tradición dialoguista que el país había sostenido en ámbitos multilaterales.
Argentina debía responder por la represión ejercida en protestas sociales, el endurecimiento del sistema carcelario y la reducción del espacio cívico. Sin embargo, Baños convirtió la audiencia en una acusación abierta contra organizaciones locales, a las que atribuyó planes destituyentes. Respaldado por funcionarios cercanos a Patricia Bullrich, el subsecretario insistió en que la memoria debía ser “completa” y que los muertos por la violencia guerrillera no habían sido reconocidos.
El discurso incluyó referencias a Luis Labraña, quien se atribuye haber “inventado” la cifra de los 30.000, y fue utilizado por Baños para relativizar el consenso histórico sobre el terrorismo de Estado. También apuntó contra Cristina Fernández de Kirchner y las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, a las que acusó de sesgo ideológico.
El episodio expuso la hoja de ruta de La Libertad Avanza en materia de derechos humanos, cuestionando la historia, relativizando el terrorismo de Estado y confrontando con los organismos que sostienen las políticas de memoria.
