Entradera sangrienta en Etcheverry: infidelidad, asaltos y una vida bandida

"No codiciarás la mujer de tu prójimo" dice La Biblia pero para Claudio Guerrero solo eran palabras y no un principio de vida. Tampoco lo era la honestidad evidentemente ya que, aprovechando una salida transitoria, se fugó del penal y luego se sacó una "selfie" con la novia de otro interno.

Ese acto provocó la furia de los presos que juraron vengarse de "El Pastor", como era conocido en el penal ya que profesaba la fe cristiana y participaba activamente en los cultos religiosos.

Pero como dicen "a burro viejo no se le cambia el pesebre" y Guerrero volvió a las viejas andanzas y así encontró rápidamente la muerte.

El hecho delictivo tuvo lugar en Etcheverry cuando dos ladrones ingresaron alrededor de las 20 del domingo a una vivienda ubicada en el kilómetro 63 de la ruta 2, un sector donde predominan las quintas hortícolas. Dentro del lugar se hallaba una mujer de 47 años y sus tres hijos: dos chicas, de 23 y 17, y un varón de 20.

El robo fue extremadamente violento donde Guerrero y su cómplice, Matías Hernán Barrionuevo dispararon al dueño de casa y provocaron que este junto a su hijo se defendiera.

Uno de ellos murió por un golpe en la cabeza con una mancuerna mientras que el otro de un hachazo en la panza que expuso sus órganos vitales.

Ambos delincuentes se habían conocido en el penal de Florencio Varela donde se conocieron y entablaron una amistad.La identidad de los óbitos era un misterio hasta que la hermana de uno de ellos logró identificarlo hace apenas unas horas.