El recuerdo del último clásico que el Lobo ganó en 1 y 57

En abril del 2003, Gimnasia dio vuelta un partido vibrante que perdía 1-2, para vencer finalmente a Estudiantes por 4 a 2. Los protagonistas Albiazules de aquella épica tarde hablaron en exclusiva con diario Hoy:

Único, épico, inolvidable. La combinación de azul y blanco apoderándose de una tarde que prometía ser rojiblanca. Delirio, lágrimas, incredulidad de ambos lados. El Lobo le ganó al León cuando parecía que era imposible, cuando todo indicaba una goleada de Estudiantes, cuando el arquero Olave era figura. Sin embargo, la determinación Tripera en el segundo tiempo y la lesión de Roberto Pompei fueron claves para el 4 a 2 final en favor del Lobo, en lo que significó su última victoria en 1 y 57 hasta la actualidad.

Desde el arranque hasta los 15 minutos, Estudiantes vapuleó a Gimnasia. Lo superó en todas sus líneas, lo arrinconó. Olave volaba de un palo a otro salvando goles, sus compañeros trataban de parar los remates con destino de gol Pincharrata. A los 10, tras una serie de esos rebotes, Ariel Zapata sacó una volea notable y marcó el primer golazo de la tarde.

Como sea, el Lobo fue a buscar el empate. Lo logró luego de un penal que le cometió infantilmente Angeleri a Enría tras la primera habilitación de cabeza del Pampa Sosa, que anotó Sanguinetti. Ahí empezó el vendaval del Pincha nuevamente. Centro preciso de Carrusca, golazo de palomita de Maggiolo. ¿Qué hizo el León? Otra vez, inexplicablemente, se tiró a dormir la siesta.

Y el Lobo se lo comió en el segundo tiempo. De entrada, Enría guapeó arriba, tomó una pelota, se acomodó de zurda y puso el 2 a 2 con un golazo al segundo palo de Nacho González. En esa misma jugada fue expulsado Krupoviesa por insultar al árbitro Madorrán al reclamar una falta.

Como si fuera poco para Estudiantes, un rato después se fue lesionado Pompei, y allí quedó echada su suerte, porque no tuvo ideas ni recursos para revertir la historia. Mala salida de Nacho González, rebotes, zurdazo mordido de Sanguinetti, delirio y locura Tripera por el 3 a 2.

El local quedó regalado en el fondo. Vino el contraataque del conjunto Tripero, Enría abrió la pelota para Leiva, ataque de habilidad del volante de contención y la jugada derivó en un córner. Centro, cinco defensores y el arquero de Estudiantes mirando cómo el Pampa puso la cabeza para el 4 a 2 a un metro del arco.

Después llegó la suspensión, el festejo de Gimnasia y la calentura de Estudiantes. Terminó mereciéndolo el Lobo, en una tarde de locos, en un clásico bárbaro, con todos los condimentos.

LA PALABRA DE LOS PROTAGONISTAS

Esteban “Teté” González

"Yo jugué ese partido y el 7 a 0, siendo dos clásicos que quedarán por siempre en la memoria. Pero rescato al hincha de Gimnasia, que aún en el peor momento pudo haber tomado la decisión que tomó el hincha de Estudiantes y sin embargo no lo hizo. El abandono tomó más gravitancia después del 2006, porque en la peor adversidad nos quedamos en la cancha y es una muestra de lo que somos como hinchas de Gimnasia”.

Guillermo “Topo” Sanguinetti

"Para mí ese clásico fue muy especial porque yo ya había decidido dejar el fútbol, creo que con el paso del tiempo terminó siendo más importante por como sucedió todo. Al ser mi último clásico, mi hijo pudo estar en la cancha ese día y nunca había ido a ver un partido contra Estudiantes, me tocó convertir dos goles que para un jugador de mi posición no era algo muy habitual”.

Carlos Ramacciotti

"Estábamos liquidados después de la eliminación de la Copa Libertadores. Yo banqué a mis jugadores y ellos me bancaron a mí, por eso nos debíamos una alegría así. Estudiantes nos sorprendió en el arranque y me dio mucha bronca, porque no podíamos tener el control. Ellos tenían jugadores que manejan muy bien la pelota y nos complicaron durante el primer tiempo. En el segundo la cosa fue distinta y en ese período manejamos el partido”.

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