Ciencia
Theia 456, una corriente estelar única
Astrofísicos de la Universidad Northwestern, en Estados Unidos, combinaron los datos obtenidos por el telescopio espacial Gaia y descubrieron un cúmulo de 468 estrellas nacidas al mismo tiempo.
Un equipo de astrofísicos de la Universidad Northwestern, en Estados Unidos, descubrió que las 468 estrellas de la corriente estelar Theia 456 nacieron al mismo tiempo y viajan en la misma dirección.
Luego de combinar los datos captados por el telescopio espacial Gaia, los científicos observaron que el cúmulo de astros, que se extiende por más de 500 años luz, tenía niveles de hierro similares, con lo cual las estrellas se habrían desarrollado juntas hace 100 millones de años. “Creemos que todas estas estrellas nacieron juntas y tienen un origen común”, explicó Jeff Andrews, líder del equipo de astrofísicos de la institución norteamericana.
“Lo emocionante de Theia 456 es que no es un pequeño grupo de estrellas juntas. Es largo y estirado. Hay relativamente pocas corrientes cercanas, jóvenes y tan dispersas”, sostuvo el especialista durante la presentación del estudio en una reunión de la Sociedad Astronómica Estadounidense.
Pese a que la mayoría de los cúmulos de estrellas conocidos hasta el momento tienen forma de esfera, en el último tiempo se detectaron nuevos patrones. Se estima que la Vía Láctea alberga más de 8.000 corrientes estelares.
De cualquier manera, cabe destacar que la mayoría de estas fueron observadas en otras partes del Universo. Según informó Andrews, es normal que las estrellas formen estas corrientes en el cielo; si bien su existencia fue detectada décadas atrás, se están “empezando a encontrar algunas ocultas”.
Theia 456 es una de esas corrientes que hasta el momento eran desconocidas. Se encuentra en el disco galáctico, región de la galaxia donde se acumulan la mayor cantidad de estrellas, planetas y rocas, con lo cual su observación se vuelve mucho más compleja. De acuerdo a lo informado por especialistas de la institución, esta zona cuenta con 400.000 millones de astros.
“Ahora estamos empezando a encontrar estas corrientes en la propia galaxia. Es como encontrar una aguja en un pajar. O, en este caso, encontrar una ola en el océano”, agregó Andrews.