Rusia dijo que Estados Unidos presionó a Brasil para que rechace la “Sputnik V”

Los desarrolladores de la vacuna lamentaron la decisión del gobierno de Bolsonaro, porque “privaron a la gente brasilera de un avance”.

Primero fue el pedido desesperado de vacunas de diez estados de Brasil, que transitan el peor momento sanitario de su historia. Luego le tocó el turno a la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), que rechazó la importación de la vacuna rusa contra el coronavirus “Sputnik V” con argumentos insólitos.

“Jamás permitiremos que millones de ­brasileños sean expuestos a productos sin la debida comprobación de calidad, seguridad y eficacia o, mínimamente, frente a la grave situación que atravesamos, que haya una relación favorable entre riesgo y beneficio”, sostuvo Antonio Barra Torres, presidente de Anvisa.

Tras conocerse la negativa, desde Rusia salieron al cruce de los infundados argumentos del gobierno de Jair Bolsonaro. “La ­Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria no hizo un trabajo profesional”, declaró Kirill Dmitriev, director ejecutivo del Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF), responsable del desarrollo del fármaco.

“Estamos sorprendidos. Ellos estuvieron aquí, en una visita, todo fue perfecto, les mostramos todo, no tuvieron comentarios negativos, y ayer, sin consultar ni articular con nosotros sus expresiones negativas, dieron una información que no es verdadera, es falsa”, aseveró, y recordó que la vacuna rusa es “la mejor del mundo”.

“Creemos que la única explicación es la presión política. Brasil tenía la intención de rehusar la vacuna rusa, de no permitirla. Es una conducta muy extraña”, señaló.

Antes, en un comunicado, el RDIF no dudó en afirmar que la decisión brasilera “es consecuencia directa de la presión de Estados Unidos, que en su informe anual de 2020 hace varios meses declaró públicamente que el agregado de salud estadounidense convenció a Brasil de que rechazara la vacuna rusa”.

Una vacuna con espalda

Tras seis meses de la aparición de la Covid-19, el 11 de agosto de 2020, la “Sputnik V” fue la primera vacuna contra el coronavirus oficialmente registrada en el mundo por un gobierno. Más tarde, en febrero de este año, la revista The Lancet informó que tenía una eficacia del 91,6%, lo que despejó las dudas de muchos sobre su fiabilidad. Días atrás, desde el gobierno ruso aumentaron esa cifra al 97,6%.

En su descargo contra el rechazo de Anvisa, que “privaron a la gente brasileña de un avance”, el RDIF reflejó en su ­comunicado los resultados que tuvo la vacuna en la Argentina: “Los datos del Ministerio de Salud mostraron que la tasa de infección por Covid-19 después de la ­primera dosis de ­vacunación es dos veces menor para la ­Sputnik V en comparación con otras vacunas. No se registraron casos de muertes en la Argentina después de la segunda dosis”.

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